Una amiga me pregunto hace tiempo que pensaba yo que quería la gente; y yo que me considero gente, pensé bien la respuesta, porque esta persona ademas de ser demostrada amiga de corazon es una gran psicóloga, y yo me considero gente y me incluí en nuestra masa, y le conteste al minuto que la gente queremos la verdad, sin disfraces y ademas buscar cosas positivas curiosas o bonitas que contar.
Parece que se lleva hablar del maltrato, la corrupción, deslealtades, guerras y penurias, que aun siendo el pan nuestro de cada día, no es lo único. Si es lo mas fácil y noticiable, pero a veces, demasiadas, se convierte en tema permanente. Y le dije que iba a intentar buscar avances de medicina, hechos de bondad y curiosidades que generen mejoras o noticias, las que fueran que destaquen grandeza humana o lo familiar. Luego llegaría lo que es social, lo que es gratis, promociones fiestas, oportunidades, y después como el resto, todo lo demás; la cascada de negatividades pero con mi firme promesa de no enmascarar, modificar ni variar nada .
La gente quiere reir y escuchar contenidos positivos, quiere identificarse y sentirse acompañada en sus convicciones.
Y eso hago cada mañana, busco la mejor noticia que contar, a veces no la encuentro, pero buscamos algo que nos diga de alguna manera que hay esperanza en que el hombre merece la pena. Yo si que creo, de verdad, que todos somos una parte de un gran paisaje en la que si ponemos cada cual lo que podamos, se nos devolverá multiplicado por mil.
Así es la estructura del programa que hago cada día.. ese es mi hilo conductor, ese es mi afan. Salirme e intentar ponerme en los pies de amigos anonimos que nos sintonizan casualmente o no, cada dia.
Debió llamarse Es lo que hay; me gustaba, pero no me dejaron, o tal vez El Radiador que era originalmente el nombre de mi programa diario en Radio 80 cada tarde de 4 a 6, pero se quedo en Libertad, (que me encanta y es esencial) y Capital por ser de Madrid, nuestra capital de España.
Voy recogiendo velas, q vienen cambios; pero el resultado no puede ser mejor. He sentido cerca a personas interesantes, muy cultas e inteligentes, padres que ponían a sus hijas nuestro programa, madres que se sentían identificadas con nuestras opiniones, hombres que se sorprenden de las cosas que decimos abiertamente, deprimidos o parados que sonríen porque zurramos y bien en su nombre; y mucha gente que nos escucha a miles de kilómetros lejos de casa; pero sobre todo muchas personas que lo son y que se sienten ovejas maltratadas, porque les presuponen bobos desde todos los flancos públicos y mediáticos. Personas que agradecen que les traten como son, y ya no creen en los cuentos de Calleja.
Y soy feliz de las muestras de cariño que estoy recibiendo desde siempre, pero mas desde que el rumor de que se acaba Libertad Capital este mes se ha extendido; en parte por mi, que soy de corazón flojo y lo he dicho en el micro.
Creo que mi gran amiga, hoy se tiene que sentir orgullosa de mi; he luchado para que ni un solo día, al menos hubiera cinco cosas estupendas que contar.
