Decisión.. que difícil.

 La dificultad de decidir sobre algo serio, es de las peores sensaciones que se pueden vivir en responsabilidad. 
Querer parar el tiempo, estancar el momento hasta encontrar una salida en el jeroglífico interno; saber que hacer cuando no se sabe que hacer. 
No me gusta el juego masivo, la cara de la generalidad, la masa de gente hipócrita que dice lo que se espera y termina pensando lo que dice.  
No es fácil ser quien uno es, y presentarte en carne viva, en esencia cruda ante ti mismo es de las cosas mas dolorosas con las que poderte enfrentar. Ir contra toda corriente cuando no hay razones aparentes o razones que solo tu sensación entiende.  
Que hacer cuando el daño te toca y la incomprensión te hiere, si los elementos cambian y se alinean contra ti a pesar de que ya sabes, sabes profundamente que estas en lo cierto, que el camino es siempre el de la sinceridad de corazón.


Entonces cierras los ojos y decides,  que pese a que no parece lo mas practico, lo mas sensato, lo indicado , que aunque parezca que pierdes, ganas y decides.


Ganas porque te ganas tu. Ganas porque gana la fuerza de la razón. Ganas porque la vida continua y debe hacerlo por el camino debido; el camino de tu verdad, esa secreta que solo conoce el corazón.