Puede que yo no sepa nada de comunicación,
o puede que las apariencias engañen.
Tal vez sea que las cosas hayan cambiado
tanto que sean irreconocibles, o que los valores estén tan devaluados como
parecen estar.
Quizá esperemos mas de lo que debiéramos, y
que la espera, como todo el mundo sabe, desespera...

Hoy Mato y Cospedal debieron caer, entre
otros, para salvar el honor de un gobierno tocado y casi hundido, que se ha
presentado con el presidente de la nación obligado, acobardado y arropado por
toda su plana mayor y solo visible a través de pantalla.
Desconozco la verdad, aunque tengo clara mi
opinión, pero los indicios siempre marcan un camino. Pero una cosa es un
partido y otra el gobierno de un país. Y Rajoy no debe haber descubierto aun la
tremenda diferencia en responsabilidades.
El periodismo del mundo entero ha visto hoy el
culo a España, porque España y se ve claro, va de culo.