Sonríele a la vida

Sonríele a la vida

sábado, 27 de febrero de 2010

Treguas y pactos.


Siento decepcionaros, a quien hoy decepcione.
Pero hoy no quiero exponer ni contar nada de lo habitual en mi.
Me aburren los usuarios,  aprendices de periodistas,  en las redes sociales, y a su vez los periodistas reales con tendencia a jugar a ser imitadores de jueces y políticos , y estos últimos, que se han transformado en copias de artistas famosos de pop, a los que solos les falta firmar autografos en el Corte Ingles de Castellana los sabados por la mañana. Aquí ya nada es como debería ser en origen.
Y yo quiero tregua.
Necesito poner paz en ese mar de fondo, que hace parecer tranquila la superficie y lleno de corrientes internas que arrastran a su paso todo cuanto se acerca. No se puede guerrear eternamente con un adversario al que no puedes ganar,  ni el puede ni podrá jamás contigo, debilitaría a ambos, y nadie ganaría esa partida.
Tregua y pactos; tregua para reponerse y pactos para administrar el resto de la lucha futura. Tregua en el amor, tregua en la amistad y sobre todas, tregua hacia mí misma, para poder observarme y entenderme, para poder acceder al interior y dejarme decidir; que equivocarme, cuando lo hago no es tan malo y que si lo vuelvo a hacer, volveré a darme tregua porque eso es vivir. Pido tregua a quien no me deja en paz, que se aleje y dirija sus pasos en otro sentido distinto al mío. Y pactos no hablados de supervivencia para los cercanos y amigos probados, agradecida de ese cariño, cercanía afecto y calidez silenciosa, pero constante. 

miércoles, 24 de febrero de 2010

El cuento de los sindicatos.


"Vamos a protestar, pero poquito, no sea que se nos vaya a enfadar el pollo del chollo".

Ese debió ser el slogan de las reuniones privadas, comilonas seguro, que debieron tener los sindicatos, padres de esta mini manifestación convocada para el pasado martes, ayer, que tuvo ademas el infortunio del mal tiempo, esa lluvia intermitente que acompaño el día de ayer a Madrid. El infortunio.... o la enorme suerte, a la que echarle culpas del escaso apoyo a la esperpentica exhibición de estos sindicatos tan caducos, con tan pocas misiones por las que justificar ese papel tan grotesco que tienen en la sociedad laboral española. 


Deberíamos  replantearnos todos la labor de estos intermediarios, bien pagados y muy crecidos,  en tiempos en que los derechos de los trabajadoras están regulados todos por ley. 
Sus protestas van siempre encaminadas a su propio interés, a ese que se mide en cantidades económicas. No creo que encuentre un solo español que crea que estos señores, muevan un solo dedo por frenar la destrucción de empleo.
Si así fuera, esas movilizaciones irían solo contra bancos y gobierno, que son quienes se tienen montado su business de por y para ellos. Financiados  seguros, ruinosos unos; y sin dejar de ganar ingentes cantidades anuales , los otros. 


Mientras el resto, trabajadores sin empleo y empresarios sin clientes, crédito ni futuro,  que van viendo como los meses ahogan sus posibilidades de supervivencia.
Todos sabemos que cada mes este gobierno regala millones de euros a los sindicatos mayoritarios sin necesidad de justificación a ese dinero.
Los sindicatos huelen añejos, a tiempos pasados. 
Y, si de mi dependieran hoy, como los picadores que transportaban bloques de hielo a principios del siglo XX, estos ya hubieran pasado a la historia. 
No encuentro función ni justificación a estos organismos que se dedican a... ¿a que se dedican los sindicatos?...

¡Señores no se aprovechen de la crisis ni de los pobres españoles, que se les ve mucho el cuento!. 

martes, 23 de febrero de 2010

La calle Serrano



Déjame que entre, que me quite los zapatos no sea que vaya a ponerlo todo tibio, ya que vengo embarrada y con dolor de tobillos. 
Pero ya no tengo ganas de seguir de actividad esta tarde, agotada de andar por Serrano en esa la gincana imposible del señor faraón; y es que no es fácil taconear por la zona mas noble, la milla o millas mas caras de Europa,  aunque no tanto, ¿o si?.... porque los pisos por allí no bajan; tienes un mísero cuchitril que no hay quien le salve , por su escasa calidad ni un solo pomo, pero.. ¡oye, es que es serrano!,  y el metro sigue valiendo, costando lo que quieran pedirte.. pero esa es otra cuestión  de la que ya hablare en un momento en que este inspirada para contaros de esos tipos nacionales con aires de ricos venidos a menos y sus magnificas casas de ensueño, pero solo el portal; ¡llenas de todo menos de estilo , calidad y sobre todo...limpieza!.
Pero mis tobillos siguen igual, como la calle Serrano; un sinsentido capaz de cabrear al mas pintado de los pacientes locales. Ahora subes rampa, sales hacia la calzada, entras, bajas, cruzas planchones metálicos, escalas tuberías y cuando tienes que cruzar como peatón, dependiendo de la calle puedes o no, ya que hay poco espacio para tanto sufrido que no puede escapar de la zona desolada, eso o directamente cancelan y a otra calle que por aquí ya no se puede. Y se quedan tan anchos..
Pero eso no es lo malo, lo malo es la falta de respeto que en este país es patrimonio nacional, como lo es nuestra bandera. Aquí el torrezno de turno, sea de Alcorcón , rumano o peruano, se cree en el derecho de parar la circulación, salir , regañar o  hacer frenar a un coche, ponerse delante de ti,  pobre peatón y lanzar justo a tu lado un cubo con cemento, agua o lo que el fulano decida lanzar.
Y en ese punto, ya intolerable a los ojos de cualquier persona civilizada es donde creo que, si cada vez que algo tan simple como caerte y tener una lesión de tobillo es denunciable con un buen equipo de argumentadores legales, al señor Faraón, el rey del endeudamiento salvaje, no estaría tan poseído de si mismo a la hora de contar que tenemos una ciudad moderna.. bla bla.. que hay que estar mal para luego estar bien.. y bla bla bla... y que luego nos alegraremos.. y blabla bla.. 

Porque señor alcalde:  SI pero NO..... mejoras sí, locuras no.
Previsión, si. improvisación no.  Y debe contarse con quienes pagamos todo todo todo.. Nosotros los de la calle.. los que andamos por ella y torcemos los tobillos.
Deje un poquito el coche oficial, y dese un paseíto desde la puerta de Alcala hasta el cruce con Eduardo Dato, ahora mojadito el suelo... ¡a ver si llega y como....!
¡Nunca seremos más jóvenes que hoy,
ni estaremos más vivos!

http://www.facebook.com/mara.c.amor?ref=profile

Powered By Blogger

Seguidores