Si Artur Mas no paraliza el
dispositivo puesto en marcha para la trillada famosa consulta/referéndum/votación separatista nacionalista del 9 de noviembre tras decretar su completa suspension ayer por el Tribunal Constitucional el panorama no sera bueno, se mire como se mire. Si el presidente de la Generalidad catalana insistiese en seguir adelante con su posición de provocación al estado soberano del Gobierno de España, que corresponde SOLO a todos los españoles incurriría a la vez en cinco graves delitos que dice él estar dispuesto a asumir, a saber:
Desobediencia
(artículo 410)
Las autoridades o funcionarios
públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones
judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior serán castigados con
multa de tres a doce meses e inhabilitación de seis meses a dos años.
Prevaricación
(artículo 404)
A la autoridad o funcionario
público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en
un asunto administrativo, se le castigará con la pena de inhabilitación
especial para empleo o cargo público de 7 a 10 años.
Delito contra la
intimidad (artículo 198)
El funcionario público que, fuera de los
casos permitidos por la ley, utilice datos reservados de carácter personal,
sería inhabilitado de 6 a 12 años.
Malversación
(artículo 433)
La autoridad o funcionario
público que destinare a usos ajenos a la función pública los caudales o efectos
puestos a su cargo por razón de sus funciones, incurrirá en la pena de multa de
seis a doce meses, y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis
meses a tres años.
Y Sedición (artículo
544)
Será castigada con penas de 10 a
15 años de prisión la autoridad que induzca o llame a un alzamiento «público o
tumultuario» para impedir la aplicación de la ley.
Y este no es un tema baladí, como
parece. No es solo un pique entre Mas y Rajoy, un asuntillo de fricciones. Todo esto es un asunto de gravedad
extrema en el que no se puede escurrir el bulto, dejarlo al azar ni posponer el coger al toro por los cuernos de la soberanía nacional ni un segundo mas, como esta ocurriendo con todo; si es que el presidente Rajoy no quiere ser el "papa
frita" internacional, la risión de los españoles, la vergüenza de sus votantes y
el choteo de los nacionalistas. Eso o el mal ejemplo que representa dejar subirse a las barbas una vez, y que se convierta en viral costumbre...
Ahora a esperar ver que hacen desde el gobierno.