Iniciar caminos en nuestra vida diaria, es como abrir paquetes envueltos con papel de regalo; nunca sabes qué encontraras; cuando produces cualquier tipo de acción o contacto, has ampliado el abanico que la vida te ofrece de conocer novedades.
No hay peor batalla, o batalla dada por perdida, que la no librada, o algo asi, me dijo un pirata disfrazado de poeta y me valió para entender que la acción no cesa.
Un cumpleaños fue la excusa para toparme con una persona, nueva y ansiosa de compartir vivencias con la mamá de la niña de la fiesta, yo, y eso ha hecho encontrarme con otra reina en esta vida y acercarme, o mejor que Unicef se acerque a mi.
Y así, creyendo que somos todos posibles transmisores de energías, podemos confiar en ir creciendo y encontrando personas que por vías múltiples acaban uniéndose y ayudando a convertir esta vida en algo digno de vivirse, con la alegría que merece esta oportunidad que tenemos de estar aquí.
Centrarse solo en lo que tenemos, o en lo que conocemos, nos impide alegrías descubrimientos y encuentros que merecen la pena, aunque algún principe se convierta en rana, o una reina se convierta en piedra a los ojos de la persona que eres, pues aun así, la alegría de vivir cada día con pasión será un aliciente que nos debe empujar y guiar a través de esta gran suerte que es estar vivos, hoy, aquí y ahora.