De tontos y tontadas esta el mundo lleno y España tiene una proporción superior al resto, porque hasta en eso nos llevamos la palma.
¿Cuanto estupidez somos capaces de aguantar?.. por lo visto ingentes cantidades, y es que es una invasión lenta pero incesante en todo cuanto nos rodea.
No encuentro gentes a quien admirar; el Estebanismo como síndrome de vulgaridad y tontuna en base a crecimiento sin preparación alguna, esta haciendo de este nuestro querido país un estercolero donde se junta lo peor y se crece, hasta convertir esta sociedad en un dantesco Mister Potato de dimensiones ya asustantes.
Hoy decía Caamaño, "ese gran ministro", que no es lo mismo llevar velo en el colegio que llevar gorra; ¡y me pregunto si será igual llevar pamela o peineta al colegio, sombrero cordobés o mantilla española.. que por qué no?, también!. Mientras los tontos deliberan con su tontuna incesante yo hoy quiero apuntar mi granito de arena, que este es mi blog y opinar aquí, puedo..
Señores que legislan aqui, cuando yo, que soy mujer y española, pueda entrar en una mezquita, (que no es mi religión, ni va nada conmigo) en sus países , en manga corta y sin velo, y allí respeten, en sus tierras musulmanas, que nosotros somos de otra cultura, igual de respetable o más, y de distinta costumbre... o cuando me pueda bañar en sus playas en bikini.. entonces y solo entonces, entenderé ese respeto del que hablan ellos ... (que yo a esto no lo veo mas que como rendición cobarde, ante unas gentes que vienen invitados, extranjeros venidos a mejorar su vida en nuestro país, y lo que consiguen es soliviantar el gallinero de la tontuna nacional.)
No es de ley llevar velo al colegio, porque no se llevan gorras ni nada que no forme parte del saber estar, de la costumbre social el uniforme ni discriminatorio por sexos.
Hay colegios que no dejan llevar las uñas pintadas o bisuterias extravagantes, y nunca he visto a ningún ministro español hacer declaraciones al respecto... ¡claro que tampoco habría ningún estúpido que denunciara tal estupidez!.
Por tanto, váyanse libremente los que no quieran compartir educación alimentación costumbre y sociedad en la que vivimos... que no obligamos a nadie a estar aquí, como hacen en Cuba.
Y ahora a esperar que los cortitos me llamen xenòfoba, que aunque creo no serlo en absoluto, sí me siento muy española.
Pero prefiero eso a que digan que somos, todos, un país de profundos gilipollas; que... yo, no.
