Cada
vez que vamos de tertulia amiga tengo el mismo sentimiento: “no te dejes, Mara,
no te dejes” pienso. Pero es muy difícil prosperar en ellas sin caer en la mala
educación de pisar, gritar y agitarse porque no hay manera de que algun contrario sea
gentil o como mínimo educado en las tertulias que, siempre e inevitablemente, para
mi desgracia terminan siendo políticas y cansinas.
Que
tiene que ver la educación, el aborto, la ética el urbanismo o la fe con la
política?; para mi, nada, pero parece ser que hoy no es así.
Hables
de lo que hables todo es política; así que váyanse preparando q esto es un
suplicio que no acabara fácilmente.
Si
eres conservador serás por fuerza de derechas radical, rico, aunque no tengas
un euro, anti-aborto, y católico quieras o no; eso es lo que te toca ser y
pensar, porque ellos lo dicen, te pagas todo tu solito, y sueltas tributando la mitad de lo que ganas
de entrada, porque para eso hay que costear todo a los que no tienen nada, por capitalista. Si ademas eres de
los pocos empresarios que aun se mantienen en pie, se te considerará un negrero porque
esclavizas a los trabajadores. Lo de crear puestos de trabajo ni se contempla,
que para eso es tu obligación.
Pero si
tus ideas simpatizan con la izquierda ya sabes, eres pobre y tendrás que ejercer de ello, aunque estés en una situación
acomodada. Para defender la antigua ley ZP que ahora Gallardón quiere retocar, te fastidias y
abortas, como todos los progresistas de bien; y dejas de creer pero ya en nada que suene a religión,
salvo que sea el Islam, que ahí si, y a ponerse todos pañoletas, no castizas, sino
pro palestinas, que son la que molan e identifican tu tendencia ideológica. Tus hijos irán fijo a un colegio
privado, si puedes costearlo; y claro intentaras vivir como todos en Majadahonda como Rubalcaba,
o en Las Rozas como vivió siempre Zapatero y Pepe Blanco; pero tu defenderás a
muerte que el sistema publico de enseñanza esta recortado hasta lo imposible y es de pésima
calidad educativa, para que esos niños marroquíes o ecuatorianos tengan
garantizado el comedor gratuito entre nuestros niños, y la enseñanza de
Educación para la ciudadanía, que les hará grandes defensores del “págame tu
todo que yo me lo merezco, porque yo lo valgo”. De la educación familiar nada, que eso lo debe pagar el estado, que para eso es publico.
Y
ahí se acaba todo. No hay mas. O eres fascista o progresista, aunque no sepan
ni lo que significan ambos términos, porque ni unos son lo uno, ni otros son lo
otro.
Los
del centro, la penosa izquierda caduca, los liberales, nada, no pintan nada!.
Aquí la etiqueta es así y de ahí no salimos.
Me
fastidia sobremanera. Jamás tuve
ninguna idea política concreta; y si creía en algo siempre fue en lo que
consiga traer prosperidad a la mayoría
de los españoles.
Pues
ahora ya no… ahora te etiquetan per se, y si no eres de nadie, un antisistema
que es mucho peor...
Se
que suena escandaloso, pero a mi que me deje en paz esa corte de jetas
caraduras que mueven los hilos de la muchedumbre adormilada, con intereses mas
que interesados.
Conmigo
no cuela.
No necesito
una ministra que me diga que soy libre si ya lo soy; ni que imponga cuotas que
me desfavorecen mas que benefician. No soy feminista, y si lo fuera y militase, lucharía por las
mujeres que mueren por defender unos mínimos derechos humanos; y no por
conseguir fondos para pegarse la gran vida a costa de cuentos de igualdad. Que yo sepa quedan aun 31 países que castigan
a las mujeres solo por serlo. Desigualdad de clase por nacimiento y eso si que
es duro y no España.
No
necesito una ley que me diga si puedo o no puedo abortar porque hare lo que yo
crea en conciencia; y así educare a mis hijas; sin necesidad de permiso o no;
salvo que la ley, ¡¡¡oh sorpresa!!! sea
solo para que lo paguemos entre todos.
Y ya
puesta , no quiero hombres que opinen tanto, como si ellos supieran la
dimensión de lo que tratan. Un poquito de consideración que no somos tan tontas
ni necesitamos tanto paternalismo masculino
No
me guíen para manipularme ni mezclen temas, alborotadores de nueva generación,
que se les ve mucho el plumero y el interés por destacar para prosperar en el
campo de la confusión.
Si
hablamos de religión no hablemos de corrupción y si lo hacemos, hablemos de
TODA la corrupción.
Si
hablamos de ética, no hablemos de religión sino de respeto. Si hablamos de política y políticos, hagasmolo
de todos, estos y los otros.
Todo
responde siempre a una reacción de causa y efecto.
Aquí
se confunde todo y se embarra todo, pero no todos estamos en la misma barca, no, a
pesar de las malditas etiquetas.
Necesitamos
un gran “pacto de estado de lucidez” para no permitir que tanto manejo absurdo
cale en la sociedad civil española, que yo antes consideraba muy sabia, y ahora
empiezo a planteármelo….