La especulación es una ciencia despreciable, porque permite
que insolventes anuncien pregonen y hasta apoyen cuestiones diversas, y para
ellos desconocidas, conduciéndolas hasta transformarlas en necias verdades
universales.
Y aquí estoy yo, escribiendo sobre la practica del “Difama
que algo queda”, que tan bien se ha dado siempre en este país.
Cuando sepamos algo y tengamos datos, denunciemos o
pregonemos a los cuatro vientos. ¡Cuando creamos algo, sea personal, laboral, político, mediático o religioso, dejemos bien claro que es una creencia, una opinión,
no la verdad del barquero!.
Así que el resto, los cantamañanas de profesión
comentaristas, un poquito de chitón, que solo sois relleno barato de horas de
emisión low coast en tiempos de contenidos difíciles.
Es que hay gente que se toma muy en serio su ego. Y de paso
nos machacan la inteligencia sin piedad, con el animo de preservar la estupidez
de grupo como norma de vida ya constante.
No se como teniendo tanto periodista de investigación y
demás espontáneos varios tan listos en este país, no descubren nada nuevo ni a tiempo.
He dicho.
Ahora a seguir oyendo idioteces de datos sesgados sobre todo
y todos…